EL EMPIRE STATE, ICONO DEL ART DECO
- Macky Arenass
- 30 ago 2016
- 6 Min. de lectura

Por mucho tiempo considerada la edificación más alta del mundo, atraía a la Gran Manzana al mundo entero. No se pasaba por Nueva York sin visitarlo, subir en su elevador de infarto que viaja entre los pisos 86 y 102, y poner la moneda en las inmensas lupas del gran mirador. Sólo así se lograba observar los al rededores desde aquella imponente altura.
Terminal de dirigibles.
La aguja es el distintivo del edificio y fue originalmente diseñada para ser un mástil de amarre y depósito de dirigibles. El piso número 102 fue originalmente una plataforma de aterrizaje con una pista de dirigibles. Sin embargo, la idea resultó ser poco práctica y peligrosa después de unos intentos con aeronaves, debido a los poderosos movimientos causados por el tamaño de la construcción en sí.
El edificio se encuentra localizado en la archifamosa 5ª Avenida con las calles Oeste 33 y 34 en la zona sur del distrito de Midtown, Manhattan, Nueva York. En ese mismo lugar se levantaba anteriormente la Astor Mansion, la mansión de los Astor, una dinastía industrial que resume en sí misma la historia de capitalismo americano. Su construcción, fue fruto de una interesante competición para construir el rascacielos más alto del mundo entre Walter Chrysler (Chrysler Corporation), y General Motors a través de su Vicepresidente John Jakob Raskob, quien impulsaría la idea.
Este emblema del Art Deco se alza en la ciudad a la que ninguna otra ha podido arrebatarle el puesto como la más cosmopolita del mundo. Fue diseñado por Gregory Johnson y su firma arquitectónica Shreve, Lamb&Harmon, quien se dejó influenciar en el estilo muy perpendicular de otro arquitecto importante, Eliel Saarinen. Johnson produjo los dibujos de edificio justamente en dos semanas, posiblemente utilizando como base su diseño anterior, el de la Torre R.J Reynolds en Winston-Salem, en Carolina del Norte y, según otras versiones, también inspirado en la Torre Carew de Cincinnati, Ohio, diseñada por el arquitecto Walter W. Ahlschlager.
Los principales constructores fueron los Hermanos Starretty Eken, y el proyecto fue financiado principalmente por John J. Raskoby Pierre S. du Pont. La empresa de construcción fue presidida por Alfred E. Smith, un ex gobernador de Nueva York. La excavación del sitio se inició el 22 de enero de 1930, y la construcción del propio edificio comenzó simbólicamente el 17 de marzo (día de San Patricio). Los nietos del gobernador Smith cortaron la cinta el 1 de mayo de 1931 y fue inaugurado oficialmente el 1 de mayo de 1931 en forma especial: el Presidente de los Estados Unidos del momento (Herbert Hoover) convirtió el edificio Empire State en el edificio de las luces, al iluminarse con sólo pulsar un botón desde Washington, D.C., actualmente los focos colocados en la parte superior del rascacielos se encienden con luces de colores alusivos a grandes eventos o acontecimientos, por ejemplo: a la muerte de Frank Sinatra, el edificio fue bañado en luz azul para representar al cantante apodado: “Blue Eyes”.

Cualquiera habrá podido ver -y espeluznarse si sufre de vértigo de altura- nítidas fotografías en blanco y negro de los obreros que levantaron ese proyecto. Memorias de la gente que apretaba tuercas sobre andamios colgados de la nada o almorzando tranquilamente en travesaños suspendidos sobre el abismo. En el proyecto participaron 3.400 trabajadores, en su mayoría inmigrantes procedentes de Europa, junto con cientos de trabajadores de Mohawk (expertos en hierro), muchos de ellos de la reserva de Kahnawake, cerca de Montreal. Esos indios eran inmunes al vértigo de altura, los únicos que trepaban a los pisos superiores y se movían en ellos sin que se les moviera un músculo. Los casi 3.500 obreros que participaron en la construcción pudieron levantar cuatro pisos y medio por semana; esto ayudaría en gran medida a que la construcción del famoso rascacielos durase poco más de un año
El Empire State Building no sólo es el edificio más querido de los Estados Unidos de América, sino el icónico monumento al Art Deco, típico de la arquitectura pre-Segunda Guerra Mundial en Nueva York. Fue el primer edificio en tener más de 100 pisos. Tiene 6.500 ventanas y 73 ascensores, y hay 1.860 pasos desde el nivel de la calle hasta el piso 102. Tiene una superficie total de 257.211 m2 y sólo la base tiene unos 8.094 m2.
Sus medidas son impresionantes: 60.000 toneladas de acero estructural, 10 millones de ladrillos y 1.886 kilómetros de cable de ascensor, se utilizaron para la construcción del famoso rascacielos de estilo Art Decó, que hacía implosión en la época. Sería el rascacielos más alto del mundo entre 1931 y 1973, hasta que fueron terminadas las famosas Torres Gemelas del World Trade Center, tristemente destruidas el 11S de 2001. Desde el mirador de observación que se sitúa a 371 metros de altura se puede observar una vista panorámica de 360º a la redonda, desde la que se pueden divisar unos 130 kilómetros de distancia en días despejados, visualizándose Nueva Jersey, Pennsylvania, Connecticut y Massachusetts.
Con un costo de construcción de casi 50 millones de dólares, el edificio contaba originalmente con 64 ascensores que se encuentran en un núcleo central; hoy, el Empire State cuenta con 73 ascensores en total, incluidos los de servicio. Se tarda menos de un minuto por ascensor en llegar al piso 80, donde se encuentra una plataforma de observación y una tienda de recuerdos. Tiene 113 km de tuberías, 760 km de cable eléctrico, y cerca de 9.000 grifos. A pesar de su altura, el edificio sólo requiere entre 2 y 3 libras por pulgada cuadrada de presión de vapor para la calefacción. Pesa aproximadamente 370.000 toneladas. Su exterior se construyó con paneles de piedra caliza de Indiana.
El edificio se eleva a 381 m (1,250 pies) hasta el piso 102, y su altura estructural total (incluyendo la antena de difusión) alcanza los 443 m. El edificio tiene 85 niveles de espacio comercial y de oficina (200.465 m² / 2,158,000 pies cuadrados.) y una plataforma de observación interior y exterior sobre el piso 86. Los 16 niveles restantes representan la aguja, que esta coronada por un observatorio en el piso 102, y encima de la aguja hay una antena encabezada con un pararrayos. En efecto, el Empire State fue el rascacielos más alto en el mundo por 41 años, y fue la estructura artificial más alta a nivel mundial durante 23 años.
Figura orondamente en el primer puesto de la lista elaborada por el AIA -Instituto Americano de Arquitectos-, donde se recogen los 150 edificios más queridos y representativos de la arquitectura americana. El edificio y su interior son considerados monumentos de la Comisión para la Preservación de Monumentos Históricos de Nueva York y confirmado por la Junta de Estimación de la Ciudad de Nueva York. Fue declarado monumento Histórico Nacional en 1986. En 2007, ocupó el número uno en la lista de las edificaciones favoritas estadounidenses la cual mantiene a la fecha. El edificio es propiedad y está gestionado por W & H Properties. Aloja 1.000 negocios y tiene su propio código postal. Desde 2007, trabajan aproximadamente 21.000 empleados en él diariamente, con lo que es el segundo mayor complejo de oficinas de América, después de El Pentágono.
Fue construido en plena Gran Depresión y por ello gran parte de su espacio de oficinas no fue ocupado. En su primer año de funcionamiento, la plataforma de observación costó aproximadamente dos millones de dólares, tanto dinero como sus propietarios recibieron por el alquiler de ese año. La falta de inquilinos llevó a la gente de Nueva York a burlarse de la construcción llamándola el “Empty State Building”. El edificio no fue rentable hasta 1950. La famosa venta realizada en 1951 a Roger L. Stevens y sus socios de negocios fue promovida por la destacada empresa inmobiliaria de Manhattan Charles F. Noyes&Company, por una cifra récord de 51 millones de dólares. En el momento, ese fue el precio más alto jamás pagado por una estructura única en bienes inmuebles de la historia.

Desde el punto de vista arquitectónico el vestíbulo, en la planta baja, es el nivel más “representativo”. De una altura de tres pisos, está decorado con hermosos mármoles procedentes de Italia, Francia, Bélgica y Alemania, muy bien elegidos. En este lugar se encuentran los grandes paneles que reproducen las “siete maravillas del mundo”, a los que se le añade un relieve del Empire State Building, simbolizándolo como la octava maravilla del mundo.
El observatorio aparece en unos clásicos de Hollywood, incluyendo: “An Affair to Remember”, “Love Affair” y “Sleepless in Seattle”. También historias trágicas reales han ocurrido en ese escenario ya que a lo largo de los años, más de treinta personas se han suicidado desde la parte superior del edificio, así como episodios fantásticos como el de 1979, cuando Elvita Adams saltó desde el piso 86, pero una fuerte corriente de aire la llevó de nuevo al interior del edificio en el piso 85, sobreviviendo sólo con una fractura de cadera.
En la actualidad, el Empire State Building viene siendo objeto de numerosas mejoras para hacerlo un edificio autosuficiente y sostenible; en el 2011 recibió la certificación LEED Oro en la categoría edificios sustentables. La adaptación realizada por Johnson Controls y Jones Lang La Salle está garantizada para reducir el consumo de energía del edificio en más de un 38 % y debe ahorrar $ 4.4 millones en costos de energía anuales, que representan un aproximado de tres años de amortización de los costos de implementación, además las adaptaciones han reducido las emisiones de carbono.

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